LA GENERACIÓN DEL CENTENARIO
Ya estuvimos hablando de la necesidad de tener perspectiva histórica, para poder analizar qué significaron determinados hechos dentro del sevillismo.
Creo que ya podemos afirmar sin temor a equivocarnos lo que ha representado que ese grupo de jugadores excepcionales que llevó al Sevilla FC a la gloria desde hace tan solo poco más de un lustro. No podemos conjeturar sobre un jugador como el guía principal de determinadas gestas, hemos de hablar de toda una generación de jugadores, como la fueron la línea del miedo formada por Escobar, Spencer, Kinké, León y Brand. O bien los Stukas, López, Pepillo, Campanal, Raimundo y Berrocal.
De la misma forma, hoy podemos hablar de la “Generación del Centenario”, un momento donde el Sevilla FC cumple su primera centuria desde su oficialización como Club y donde comienzan a aparecer, algunos estaban ya, esos jugadores que marcaron un antes y un después, rompiendo 48 años de penurias deportivas y un vagar por el limbo de los mediocres de un Sevilla FC que jamás antes se vio en esa situación.
Fue necesario llegar a cumplir CIEN años para comenzar a quitarnos de encima la losa que supuso la compra y construcción del Estadio Ramón Sánchez-Pizjuán que nos llevó a la ruina económica y en consecuencia, a los infortunios deportivos.
Los Kanoute, Antonio Puerta, Luis Fabiano, Maresca, Dani Alves, Dragutinovic, Javi Navarro, Adriano, Navas, Palop y Renato, se erigen como los nombres o núcleo base que lideró al resto del grupo para llevar al equipo sevillista a recuperar su estatus de campeón, sin olvidar a los demás que colaboraron junto a ellos.
Es mucho lo que esta Generación ha hecho disfrutar al sevillismo, los que hicieron que explotase el campeón que siempre llevamos dentro colectivamente. Una forma de juego que imprimió su entrenador, Juande Ramos, vistoso, veloz, de presión y sobre todo demoledor en cuanto a goles que no se borrará fácilmente de nuestra retina. Un himno que potenció su fuerza multiplicándola por CIEN.
Esta Generación de jugadores, recuperó de golpe lo que por Historia nos correspondía, fueron ganadas competiciones europeas, competiciones nacionales, recuperamos un prestigio perdido, ya que veníamos de pasar el peor momento de nuestra Historia varios años antes e insufló en el sevillismo nuevos bríos.
Un presidente que lo favoreció con una nueva forma de gestión, como un visionario, que hizo posible desligarnos de una gran deuda y que saneó la S.A.D. no debe ser ajeno a esta generación y quedar impresa en los laureles de gloria.
Pocos efectivos nos quedan ya de esa generación. Dos grandes jugadores como Palop, que él solo nos proporcionó con sus acciones la segunda Copa de la UEFA, Frederik Kanoute, al que muchos consideran el mejor jugador de la historia, o Escudé que forjó la gran defensa por aquellos años, amén de Navas por su juventud.
La línea del miedo, Los Stukas, La Generación del Centenario… nos quedan muchas páginas por escribir aún.
Sirvan de ejemplo a nuestros dirigentes como el modelo a seguir en el futuro y a los aficionados como aquello que podremos contar a nuestros nietos.
Yo vi jugar a la Generación del Centenario.
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